martes, 28 de abril de 2009

Tito un coker muy mimado


Tito en su cumpleaños.

Es de talla mediana, color caramelo, orejas largas y con un mechón en el copete.

El 11 de febrero del 2007 un perro bebé de raza coker fue comprado en una tienda de mascotas. Ese día, el niño David Andrade cumplía un año más de vida y su mayor ilusión fue contar con una mascota para jugar y compartir. Sus padres le cumplieron el deseo al comprar al cachorro de una veterinaria. La madre de David preguntó al veterinario que raza es la ideal para que juegue con su hijo y que sea para departamento.
Una sorpresa fue para David que el cachorro llegará justo el día de su cumpleaños. Sin duda el perro fue su mejor regalo.
Al coker le bautizaron con el nombre de Tito. El ingreso de Tito a la familia no fue nada fácil porque en casa había Vichi (perro mestizo con doce años de vida). Para las tías abuelas de David no era justo que llegue otra mascota al hogar porque Vichi tenía su lugar desde hace muchos años. No faltó la idea de devolver a Tito a la veterinaria.
David logró convencer a sus familiares que Vichi necesitaba un compañero. Con los días Vichi se acostumbró a los juegos de Tito y a su compañía. Ahora Tito duerme en las camas de las tías abuelas de David.
Hace un año Vichi murió por su avanzada edad y eso afectó el comportamiento de Tito. Actualmente el coker ha superado la gran perdida de su fiel amigo.
Para David su perro es su gran amigo que esta siempre presto para jugar luego de que las tareas de la escuela sean resueltas. Poco a poco David ha ido adquiriendo responsabilidad con su mascota.
Con la llegada de María Caridad (hermana de David) hace once meses, Tito, se siente celoso porque él, era el rey del hogar. Todos los familiares de David lo mimaban y consentían antes de la llegada de la bebé. Una manifestación de celos es que Tito no permite a María Caridad acercársele. Sólo juega con David.

Fiesta de cumpleaños
El primero de diciembre del 2008 David decidió hacerle una fiesta de cumpleaños a Tito. Al principio sus familiares se opusieron a la idea pero luego compartieron la felicidad del niño.
David compró una gorra de cumpleaños para ponerle a Tito. Incluso le ofreció su piñata para el perro cumpleañero.
Tito cuando ve la correa se pone feliz porque sabe que saldrá de paseo al parque o a dar vueltas en el carro. Fue así como motivaron a Tito asistir a su fiesta de cumpleaños.


Muy zalamero
Tito al oler que llega a casa David o su mamá se prepara para hacer piruetas en el suelo y robarles la atención. El canino se coloca en posición de acostado para irse meneando hasta sus dueños y recibir halagos. Cuando le regañan como una forma de rebeldía es orinarse en la salida del baño. Luego se esconde para que no le castiguen con el periódico.
A Tito le fastidia que los niños lo manoseen o maltraten. Cuando esto sucede demuestra braveza. (KLP)

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