lunes, 26 de mayo de 2008

LIBERTAD DE EXPRESION, UN DERECHO Y UN PELIGRO

La Constitución del Ecuador en su artículo 23 respalda la Libertad de Expresión del ser humano, esto resulta ser un logro positivo para la libertad de un país y el derecho de las personas a pronunciarse sobre un tema social.


El título de este artículo no es en vano, si bien es cierto que la Libertad de Expresión es un derecho, también; es merecido cuestionar la responsabilidad individual para hacer publicas nuestras las ideas sobre un aspecto determinado.


Para algunos individuos la Libertad de Expresión sobrepasa los límites del respeto a la intimidad y al derecho propiamente dicho, de otras personas. Por algunas vivencias y por situaciones que se han dado, que poco a poco iremos detallando, diría que la Libertad de Expresión es como una arma peligrosa para quien no sabe utilizarla correctamente.
Para que mi aseveración tenga peso recordemos el caso del incendio de la Ferretería Vázquez ocurrido meses atrás en Cuenca y con ello, la forma en la que los llamados comunicadores sociales hicieron la cobertura y transmitieron las noticias.
Algunos lanzaron afirmaciones como: "Debajo de la ferretería se encuentra un túnel donde se guardaba substancias peligrosas", "El dueño de la ferretería ya huyó del país" y otras aseveraciones. Transcurrido algún tiempo ya, el Señor Vásquez (dueño de la ferretería e implicado en el tema) ha pronunciado que demandará a algunos medios de comunicación por haber emitido información incorrecta que se conviertió en verdades a medias en nombre de la Libertad de Expresión.
Esto sucede a diario, no me refiero al incendio más bien a la imprecisión de no hablar correctamente. Por tomar de "claro" ejemplo citemos a los periodistas radiales, bueno aquellos que se denominan así porque dicen estar varios años en radio. Algunos locutores de voces bonitas y varoniles y en el caso de las mujeres voz sexy , que, parece ser no tienen nada de formación académica porque emiten programas e información totalmente pobre y sin argumentos.
Envalentonados en la Libertad de Expresión hablan obscenidades y con ello, hacen que la población sea mediocre.
En lo que respecta a algunos medios escritos a nivel nacional que en varias ocasiones fueron cuestionados y hasta llamados la atención por el Presidente de la República, Rafael Correa, también se han excedido en sus comentarios e información publicada.
Algunos periodistas y dueños de los medios pensaron en repetidas ocasiones que el Presidente de la República del Ecuador esta en contra de la Libertad de Expresión. Pero si pensamos objetivamente, más allá de sentirnos aludidos, reflexionemos que algunos "periodistas" que lamentablemente han caído en el oficio de ser levantadores de boletines de prensa o simple cargadores de grabadoras y filmadoras, solo repiten cosas que otros ya lo han dicho por intereses particulares.
Sin respaldar la información que a diario bombardean las fuentes ya sea mediante Internet, boletines de prensa y fax, mal se puede publicar una información y osada mente firmar con nuestras siglas. Con todo este gajo de palabras ¿no tendrá en algo la razón Rafael Correa al llamarnos la atención?
UN MAL CONCEPTO DE LA LIBERTAD
En el ámbito local a diario se escuchan cosas descabelladas, ubiquémonos en el sector educativo por ejemplo, ahora se ha puesto de moda que alumnos y padres de familia llamen a las autoridades educativas: "ladrones, corruptos, negligentes" y otros calificativos con o sin pruebas que respalden las acusaciones.
En nombre de la Libertad de Expresión algunos lanzamos comentarios sin medir las consecuencias, esto es dañar la imagen de las personas y su honorabilidad. Más allá, de lo rígido y formal observemos las imprecisiones que utilizan colegiales, escolares, trabajadores y hasta en la casa al manejar un mal concepto de la Libertad de Expresión.
Con dicho comentario no quiero que se me mal interprete y primero, se piense a breve rasgo que este artículo está a favor del Presidente, de las autoridades educativas y en contra de los padres de familia, sino más bien me aterra que podamos hablar y hablar sin ningún freno.
Solo cuando el comentario se pasó a semáforo rojo parece que va a juicio y por lo demás no hay que preocuparnos ¿no creen?.
1984, LA NOVELA
Finalmente citó la novela 1.984, una obra totalmente interesante en la que la ciudad regida por El Gran Hermano es el que a nivel de Gobierno va acabando con lo que conocemos por Libertad de Expresión, tal es su atrevimiento de irrespeto y violación a este derecho que domina las mentes de los ciudadanos y nosotros los lectores no queremos que esto suceda en la realidad ajena a las páginas de este interesante libro.
KELP