viernes, 20 de febrero de 2009

Jueves de Comadres


Gladys Eljuri, presidenta de la Fundación Turismo para Cuenca, entregó bandejas de carnaval a las comadres.

Una fiesta multicolor se vivió la noche de ayer en las oficinas de la Fundación Turismo para Cuenca hasta las 21h00.

Anoche la Reina del Ecuador, Doménica Saporiti, recibió a las comadres y compadres en la Fundación Turismo para Cuenca. El jueves de comadres se llevó a cabo con la presencia de la Madrina del Carnaval de Cuenca, Doménica Saporiti.
Con una hora de retraso inició el evento cultural que tiene como finalidad rescatar las tradiciones populares de nuestra Cuenca, gracias a la iniciativa de Gladis Eljuri desde hace tres años. El retraso se debió a la espera de Rafael Correa y su grupo de trabajo. Al acto llegó sólo su Gabinete.
La Presidenta de la Fundación Turismo para Cuenca, Gladis Eljuri, dio la más cordial bienvenida a las comadres y compadres que representan a entidades públicas y privadas de la ciudad. Además estrechó lazos de compadrazgo simbólico con los medios de comunicación con la entrega de una bandeja que contenía pétalos de rosas, agua florida, serpentinas, maicena, escarcha, picadillo y la tradicional guagua de azúcar.

Compadrazgo, compromiso hasta la muerte
Eljuri precisó que hace tres años la Fundación que dirige tomó la iniciativa de rescatar el Jueves de Comadres a fin de recordar una de las fiestas más tradicionales de Cuenca, en la época de Carnaval. Las familias cuencanas, pobres o ricas, que no tenían hijos pequeños acostumbraban el jueves antes de Carnaval visitar a una familia para entregarle una guagua de azúcar y agrados ( huevos, pan, dulces) para solicitar el compadrazgo. Ocho días antes del jueves de comadres se ejecutaba el jueves de compadres. La familia que aceptaba el compadrazgo estaba comprometida a velar por el compromiso adquirido hasta la muerte. "Estas costumbres reforzaban lazos de amistad. Además, el Carnaval era la fecha más importante para compartir entre amigos y vecinos. En Cuenca, cuando se olía el dulce de higo se sabía que llegó el Carnaval", acotó Eljuri.

A disfrutar del Carnaval 2009


De la comunidad El Tejar de la parroquia Quingueo se apreció el traje típico. Cobijones de cuero de vaca con bombas y un zamarro de cuero de chivo.

La mañana de hoy las delegaciones estudiantiles de la Dirección Intercultural Bilingüe prendieron la fiesta carnavalesca.


A las 10h00 de hoy arrancó el Desfile del Carnaval Intercultural Bilingüe con la presencia de delegaciones estudiantiles. En el Parque de San Blas padres de familia, docentes y estudiantes esperaban la orden para colocarse en la calle Bolívar y dar inicio a la fiesta carnavalesca.
Cebid fue la escuela de la comunidad de El Tejar de la parroquia Quingueo la que arrancó el desfile. En primera fila estaban los padres y madres de familia con los trajes típicos del Taita Carnaval. Carmen Sánchez, madre de familia, explicó que el traje típico esta conformado por cobijones de cuero de vaca adornados con bombas y picadillos de colores (sombreros de tamaño exagerado), el zamarro de chivo y la cruz de retamas con flores. La cruz andina representa la llegada de la fertilidad de los campos. Al atuendo acompaña un canasto grande con comida típica de la comunidad: tortillas de grano de trigo y maíz, cuy con papas, pollo criollo, dulce de higos, queso y chicha.
Mery Chuqui, maestra de Cebid, precisó que diez madres de familia de la escuela han ensayado un baile de carnaval a fin de presentarlo a la ciudadanía y rescatar la cultura de sus antepasados.

Planteles que participaron
Marco Martínez de Patapamba, César Martínez de los Tres Claveles de Turi, Rumiñahui de Lacote Grande, Jaime Roldos Aguilera de la comunidad de Tucto, Ignacio Cordero de Cahuazhun Grande, Licán San Martín, Nuevo Susudel de la comunidad de Cuchudel, Pillachaquir, José Morocho de Nabón y César Agustín Morocho de la comunidad de Rañas.
Los estudiantes desfilaron con trajes típocos, instrumentos y cariocas. Al término de la caminata, cada establecimiento educativo se servirá sus alimentos en la famosa Pampamesa que debió ubicarse alrededor del Parque Calderón.