viernes, 24 de octubre de 2008

Museo de la Ciudad rinde homenaje a su patrono


Pie de foto: Francisco Álvarez, director del Museo Municipal Remigio Crespo Toral, indica la pintura del Dr. Manuel Vega, cuencano que donó el terreno del museo.



Todo el mes de noviembre será para la muestra: “Remigio Crespo Toral: Su vida y obra trascendentes”. Una alternativa cultural para las fiestas.



Desde el 22 de octubre las puertas del acogedor Museo Municipal Remigio Crespo Toral están abiertas al público a fin de que propios y extraños disfruten de la amplia muestra: “Remigio Crespo Toral: Su vida y obra trascendentes”. Inmiscuirse en el interior del Museo de la Ciudad es una experiencia maravillosa por el color de las obras pictóricas (que exaltan los rostros del poeta Remigio Crespo, de su esposa Elvira Vega y del suegro el Dr. Manuel Vega), muebles europeos, floreros, espejos y consolas; elementos que formaron parte de la Sala Amarilla del destacado intelectual, Crespo.
Recorriendo por el pasado y el encanto de la casa colonial con fascinante mirada al Río Tomebamba se observa bustos y esculturas de Remigio Crespo creadas por el escultor Vicente Rodas en 1940. Además un interesante busto que exalta la coronación del poeta en aquellos tiempos, de la Fiesta de la Lira, 1917. El busto fue un encargo de Honorato Vásquez, David Neira, Abraham Sarmiento; entrañables amigos del poeta, informa Francisco Álvarez, director del museo. Además, mobiliario de la época: mesas de sala y el escritorio personal del que es considerado uno de los mejores ensayistas ecuatorianos; Remigio Crespo.
Y quizá, las joyas artísticas más valiosas de la muestra son los 30 libros escritos por Crespo, pergaminos de reconocimiento, fotografías a blanco y negro. Y otros elementos que describen a ese personaje importante de la ciudad. Álvarez dijo: “El objetivo de la exposición es que las nuevas generaciones conozcan más de cerca al poeta, catedrático, ensayista e intelectual”.




A trabajar en el nivel técnico-artístico
El Grupo de Danza de la Universidad de Cuenca ha preparado coreografías neoclásicas, contemporáneas y clásicas; en más de una ocasión se ha robado la atención del público en espacios cerrados y abiertos. En esta semana se presentaron en dos horarios en el Teatro Sucre, aprovechando dicha presentación sé diálogo con el profesor chileno, Felipe González.
González trabaja en la Universidad de Cuenca desde el 2006 como profesor y coreógrafo. El se gradúo en el Teatro de Ópera y Ballet de Santiago de Chile; su formación académica fue de siete años. “Tuve la suerte de formarme con la maestra rusa, Agripina Yacolevna Vaganava”. Para el profesor el grupo a su cargo son bailarines profesionales con gran talento.

El grupo debe alcanzar pasos de precisión



Guido Vargas de nacionalidad colombiana llegó a la Universidad de Cuenca hace dos meses. En este tiempo él se desempeña como profesor de ballet. En el Ecuador se halla diez meses, en este corto tiempo no puede calificar la actividad cultural y el comportamiento de los públicos en lo que respecta al consumo artístico. El joven profesor de 34 años de edad comentó que el Grupo de Danza de la Universidad de Cuenca tiene un nivel medio. “Los bailarines están preparados para las funciones de determinadas obras que se presenta al público pero es una realidad la falta de precisión en pasos complicados. Es necesario trabajar en el nivel técnico artístico y eso se consigue con los ensayos diarios. Además retomando los pasos de la danza clásica”.