III PARTE
La guerra es la paz
La libertad es la esclavitud
La ignorancia es la fuerza
No es una locura esta expresión porque en efecto solo la destrucción de los sectores vulnerables es el aliento a seguir con una lucha devastadora que da ganancias a precio de sangre inocente. Pero esto no tiene cuestionamientos morales porque se aplica: “El fin justifica los medios”.
Como se demostró con Smit, su libertad estaba condicionada a convertirse en un borrego que sigue al rebaño sin cuestionar. Por ello al instante en que se descarrilo del rebaño, empezó a sentirse esclavo de la Policía del Pensamiento o denominados Asesinos de Ideas.
También es claro entender la división marcada entre los miembros internos y externos del partido. Y por último el gran sector proletariado que no significa el mayor peligro porque toda su vida ha sido programado para pensar de acuerdo a los intereses de los miembros del partido interno.
Desde la escuela, el partido emplea estrategias para cultivar grandes promociones de ignorantes, que no tienen el interés ni la capacidad para cuestionar su situación.
CAPITALISMO
“El débil tiene trucos, el fuerte excusas”
“El que convirtió la propiedad privada, no era más que un vendedor, y al mono que soñaba lo convirtió en consumidor.”
La guerra es el mecanismo despiadado que ejercen algunas potencias para dominar. Mediante la campaña antiterrorista se mata en nombre de la moral y la buena voluntad.
La democracia, es decir la supuesta libertad vende sueños al dos por uno y tan solo nos deja una cruel realidad.
El pueblo solo sirve el día de las votaciones, a partir de este acontecimiento solo sirve para manipularlo. Es privado de una educación eficiente, porque aquí entra en vigencia “un pueblo ignorante, es el que nos da el poder”.
Minuto del Odio
Mecanismo utilizado para reafirmar y reprogramar en la mente, el odio desequilibrado hacia el enemigo. Todos los habitantes se dejan enajenar por lo dicho y no hacen más que faenas crueles. Disfrutan la muerte de un ser humano, pierden la sensibilidad y se convierten en máquinas que actúan para complacer al Gran Hermano y se olvidan de vivir.
Cosa parecida sucede en este mundo que lamentablemente no es producto de la imaginación. En el capitalismo al minuto del odio, lo conocemos como: Intervención Militar, Plan Colombia, Terrorismo, estrategias viables del imperio yanqui para poner como conejillo de indios a los países pobres de América Latina. Todos los días constantemente los medios locales, nacionales y las cadenas televisivas como CNN nos reiteran hasta el cansancio que debemos combatir a los terroristas; con el justificativo inocente denominado, bienestar en los discursos políticos.
Pero muchos vivimos en una llamada “cultura destellar y desmasificada”, es decir en las nubes y nos cegamos ante hechos crueles y deshumanizadores, en esto ha ayudado los medios de comunicación. Quienes informan o más bien desinforman a su conveniencia. Mientras más medios existen empezamos a sufrir problemas de identidad, estamos preocupados por tratar de sobrevivir ante la telaraña de la miseria. Y olvidamos que el mundo camina a su destrucción por la influencia de los grupos de presión.
Espíritu Idealista presente en Smit
En la supuesta democracia que nos jactamos los que vivimos lejos del socialismo-represivo de Cuba deberíamos cuestionarnos: ¿Cuántos sueños rotos caben en urnas de cartón? ¿Para que se alardea al contar votos, si se repite el mecanismo?, ¿Para que darle de comer a la ironía? Para un ciudadano utópico ir contra corriente no es lo mejor, pero es perfecto si logra encontrar algún sentido a la rutina, de ser por siempre un ciudadano, uno más. Sin tener que engrosar filas de individuos que han perdido su voluntad al punto de decir con convicción que 2 más 2 son 5, sin ningún reparo.
A pesar de que Winston disfruto reiterativamente de las manifestaciones del espíritu idealista, éste nunca tuvo el coraje suficiente para pronunciar ¡Se Gran Hermano que todo el tiempo mientes y yo hago maromas en el ministerio para no descubrirte!.
Vivimos sin ningún problema, aunque cada segundo muere sin valer la pena. Vivimos en un mundo capitalista porque aún sobrevivimos, porque tenemos que cargar con nosotros mismos. Vivimos porque tenemos miedo a vivir muriendo o a simplemente a morir en vida y sea en el socialismo o en el enredo de palabras llamado capitalismo.
Sentirse vivo por instantes fugases
En la segunda parte del libro, es interesante describir los momentos de clímax que el personaje conlleva con la construcción de la historia de amor. Cuando conoce a Julia de una manera descabellada, recién empieza a sentir las palpitaciones del corazón, sudor frío de las manos, cosquillas en el estómago y deseos por arriesgarse. Olvida por instantes la presión del Gran Hermano para sentir y descartar aquellas enseñanzas, fracasos que se transmiten y se experimentan.
El amor, la libertad, el coraje, la curiosidad y el deseo vago y profundo por descubrir si la vida pasada fue mejor, aparentemente burla las telepantallas. Esto les invita a sentirse libres para ser individuales y olvidar a la masa, de la cual forman parte. O si la recuerdan analizan que está es el pilar fundamental del cambio, porque el fuerza, en al cantidad esta el poder. ¿Pero como hacerlo? si los proletarios no tienen aspiraciones.
Por ello Julia y Smit intentan mediante la lectura y entrevistas con gente proletaria descubrir verdades y protestar de forma inconciente ante el control del pensamiento. Poco a poco van atando cabos con la esperanza de hallar respuestas obvias, que ellos ya las imaginaban.
Producto de ello fue fácil evidenciar que el “El conocimiento es poder”, la ciencia y la técnica están al servicio del Gran Hermano. Por ello el partido, industria política privada, mantiene el poder de una clase sobre otra, de una nación sobre otras.
Con esto se evidencia los principios de doble pensar que el partido lidera, persuaden a los proletarios que estos son inferiores por naturaleza y por ello hay que mantenerlos sujetos como animales mediante reglas sencillas.
Los proletarios no representan peligro al partido por ello no son vigilados como los miembros del partido interno y externo. Un animal se alimenta, se reproduce, duerme y no piensa, cosa igual sucede con este gran sector. Debido a que las masas son vulnerables la policía del pensamiento rara vez frecuentaba estos lugares. Esto llevo a los tortolitos de la obra, refugiarse en la casa, es decir especie de galería vieja en la que se hallaban recuerdos de la vida pasada. Para Smit era una suerte poder disfrutar del cuarto, de la conversa y de los objetos de Charrington.
Ese cuarto fue testigo de expresiones resonantes contra el partido, Winston decidió confiar en un miembro interno del partido llamado Obrien, con el que mantuvo una larga charla en la que la declaraban mutuamente estar en contra del partido.
Transcurrió el tiempo y el deseo incesante por cambiar la realidad, bajo la esperanza que en la fuerza de los proletariados esta el cambio. Aunque con los hechos demostraban que este gran sector no tenía interés por cuestionar al partido. Con esperanzas y sueños latentes, transcurría la vida de Julia y Smit, con encuentros fugaces se labraba el incierto.
En aquella casa vieja un día mientras platicaban como de costumbre disfrutando de un buen café, de repente ingreso con pasos asonantes la policía del pensamiento, la sorpresa no fue el verse descubiertos sino la capacidad de estos.
Charrington con nuevo semblante descubría su verdadera identidad, fue solo una emboscada la venta de un libro y las charlas aparentemente inocentes.
Ministerio del Amor
Es aquí donde empezó el calvario, fueron separados bruscamente y es allí precisamente donde fueron obligados a dejar de sentir. Obrien era el que daba las órdenes dentro del ministerio. Una confusión impresionante invadía el cuerpo de Winston, encerrado y acoquinado por las cuatro paredes, una telepantalla y la mirada impresionante del Gran Hermano, Smit se rehusaba a pensar. Pero aquel espíritu idealista se manifestaba y con ello se daba una lucha interna dentro de Winston. Mientras tanto alrededor de él estaban camaradas conocidos, que fueron encarcelados por la denuncia de los infantes, verdaderos espías desalmados.
jueves, 24 de julio de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)