Carlos Yépez, motivador de Ibarra, comparte sanas experiencias y consejos de vida para lograr una vida familiar más tranquila y positiva.
Acepta el resultado de las cosas que haces para que no pierdas la alegría de vivir
Con motivo de la entrega de certificados o libretas escolares el Instituto Educativo Bilingüe Hogar y Escuela aprovechó la reunión para que los padres de familia escuchen al motivador Carlos Yépez. La charla cumplió con el objetivo planteado, informar a los padres de familia que las malas calificaciones no son sólo la culpa de sus hijos sino del entorno familiar. La pregunta es ¿Qué ejemplo estamos dando a nuestros hijos para exigirles?, si como profesionales damos a medias lo que sabemos hacer o no ponemos en práctica los valores para vivir en armonía en la sociedad.
Los padres de familia y personal docente de la institución educativa consideraron que los consejos de Yépez también debían escuchar los niños del primero hasta el séptimo año de educación básica. De forma voluntaria los padres de familia cancelaron 25 dólares por un taller positivo de tres fines de semana, en las instalaciones de la escuela. Participan 40 alumnos.
Yépez con su carisma, conocimiento y pedagogía no sólo se robó la atención de los padres de familia sino de los niños y niñas. Este sábado 7 de febrero se clausurará el taller con la presencia de los padres a fin de que en familia asuman los compromisos planteados.
De forma inter activa se trataron temas de trascendental importancia para la felicidad de la familia y con ello, el crecimiento de cada uno de sus integrantes.
Secretos para ser el mejor de la clase
"La frase reiterativa del taller fue: “Aceptar las consecuencias de nuestras acciones cuando hicimos bien cuando nos equivocamos. Cuando hicimos solos y cuando estamos en un grupo ante los errores; discúlpese y enmiende”. Yépez invitó a los niños y niñas a que desde hoy para tener Responsabilidad, Entusiasmo, Expresión y Energía apliquen estos consejos:
Ø Lleguen a la escuela con una sonrisa que demuestre que les interesa aprender. Llevar la mochila de forma correcta que demuestre la energía y la vitalidad.
Ø Desayunar correctamente, esto es disfrutar de leche, los huevos, el pan, la colada, frutas u otros alimentos sanos que prepara la mamá. Un vaso de jugo de naranja puro da energía al cuerpo mientras que un Tampico u otra bebida solo llena.
Ø Un niño o niña que llegue a la escuela sin desayuno estará presente de cuerpo en la clase y con su intelecto volando. De allí las malas calificaciones. Si no alcanzó a tomar el desayuno pida a sus padres que le envíen una lonchera sana; la comida chatarra no alimenta.
Ø Comer la merienda porque están en crecimiento.
Ø Dormir temprano siquiera hasta que cumplan los 16 años de edad, límite de crecimiento. El descansar nueve horas diarias permite al niño llegar atento y despierto a la escuela.
Ø Realizar ejercicios porque hay que amar el cuerpo para mantenerlo. No es torpeza comer, el problema radica en que no se elimina el exceso de alimentos.
Pie de foto: Estudiantes del Instituto Educativo Bilingüe Hogar y Escuela en el taller para la vida.
Tareas para un cambio positivo
Hacer las cosas lo mejor que puedan.
Dibujar en un papel en blanco doblado en dos caras, un rostro feliz y al anverso un triste. Estos dibujos reemplazarán a la cámara de fotos. Cuando tus papis lleguen observa las expresiones de su rostro y entrégales la foto insta
ntánea (los papeles); para que cambien de actitud.
Sonreír para que las tareas, obligaciones o problemas no sean tan pesados. Los adultos hemos aprendido a vivir chupando limón (cuando el niño le cuenta un cacho se enoja y no lo toma en cuenta pero sí su jefe le cuenta el mismo cacho; usted ríe a carcajadas).
Escribir papeles con esta frase: “Es esta casa sonreímos” para que los coloques en el baño, en el dormitorio, en la sala, en la cochera. (Cuando tu papá este rasurándose y se corte en vez de enojarse tanto y tener un mal día leerá tu papel y tratará de sonreír. De igual forma cuando tu mami se corte el dedo al pelar las papas).
Sonreír para que las tareas, obligaciones o problemas no sean tan pesados. Los adultos hemos aprendido a vivir chupando limón (cuando el niño le cuenta un cacho se enoja y no lo toma en cuenta pero sí su jefe le cuenta el mismo cacho; usted ríe a carcajadas).
Escribir papeles con esta frase: “Es esta casa sonreímos” para que los coloques en el baño, en el dormitorio, en la sala, en la cochera. (Cuando tu papá este rasurándose y se corte en vez de enojarse tanto y tener un mal día leerá tu papel y tratará de sonreír. De igual forma cuando tu mami se corte el dedo al pelar las papas).
La responsabilidad es vivir intensamente con entusiasmo, alegría y energía. Eso implica que por un simple dolor de barriga debas quedarte en la casa y no ir a la escuela.
Procura no ser violento y decaerte ante el primer tropezón.