martes, 23 de septiembre de 2008

Epilepsia, enfermedad hereditaria en los perros

El control a tiempo con el veterinario puede evitar que el canino sufra golpes y moretones a consecuencia de las convulsiones




Perros y gatos de raza o no, tienen predisposición a tener epilepsia. La enfermedad se desarrolla en la mascota por herencia que les dejaron sus abuelos o padres. Si usted observa que su perro o gato cae en el suelo repentinamente y empieza a convulsionar es porque esta sufriendo un ataque de epilepsia. Germán Ortega, veterinario y propietario de Mundo Animal (ubicado en el centro histórico) dijo: "Si la mascota es traída a tiempo para revisión se le puede medicar y controlar la enfermedad. Los animales que no tienen tratamiento disminuyen sus años de vida".
Las dosis de las pastillas depende del tamaño, la estatura, la raza y hasta del avance de la enfermedad. Para cada animal hay una dosis determinada.
Según Ortega el costo de las pastillas no es elevado. No olvide que la medicación será de por vida. Debido a que los dueños de las mascotas trabajan todo el día no caen en cuenta que su mascota esta sufriendo de ataques. Cuando la mascota es víctima de las convulsiones rueda en el piso y pierde el conocimiento; una forma de ayudarlo es sostenerlo con ayuda de algo a fin de evitar una posible mala reacción. No le coja del osico porque podría ser mordido, en un estado epiléptico, el animal pierde el sentido.
El virus de la epilepsia afecta al cerebro y a la corriente sanguínea del animalito.




Más susceptibles los de raza pequeña
Los pequineses, los pincher, perros de cara corta y de razas pequeñas son más propensos a adquirir epilepsia. En la mayoría de casos, la enfermedad es hereditaria. Son los abuelos o los padres de los perros los que dejaron en el cachorro el virus. La pastilla más recetada es la iazepan. No es necesario acudir al veterinario para que el perro consuma la dosis necesaria. En el caso de los perros de raza pequeña el propietario puede hacerle tragar la pastilla abriendo su osico. A los perros de raza grande se les hace tragar la medicación en las sopas, agua o golosina de la mascota.




Consumo de veneno
Cuando la epilepsia no se produce por herencia se da a consecuencia del consumo de veneno. Cuando un animal es envenenado y no es tratado a tiempo el cerebro y el sistema nervioso sufre las consecuencias. Al dañarse el cerebro del perro o gato, éste ya no puede controlar sus esfínteres, se vuelve agresivo, se oculta en lugares obscuros y es invadido por la soledad (ya no puede reconocer a sus dueños)