martes, 28 de abril de 2009

Casa de la Cultura fomenta la lectura


Martha Orellana, jefe de la librería Pedro Páramo, indica el texto: “Odio los Libros”.

Es sencillo enseñar pero quitar los errores del aprendizaje es difícil.


Fue la frase emitida por Martha Orellana jefe de la librería Pedro Páramo de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay al mencionar que la lectura es fundamental para el conocimiento. En las vacaciones del 2008 la Librería Pedro Páramo trabajo con 30 niños y niñas a través del taller de la lectura. Los participantes cuyas edades oscilan entre 5 y 13 años, mayor número los de 8 y 12 años, visitan la librería de la Casa de la Cultura para adquirir nuevas obras y disfrutar de la lectura.
La librería no sólo apoya a los participantes del taller sino a los niños y adolescentes con problemas de lectura o que gusten del hábito de la lectura. Orellana precisa que los talleres personalizados de tres a cuatro participantes no tienen costo. El horario disponible es de 15h00 a 18h30 de lunes a viernes.
Los padres de familia interesados en que sus hijos mejoren la lectura pueden coordinar con Martha Orellana para el horario del taller. Aproximadamente dos meses dura la capacitación informal, creativa y dinámica. Los talleres se dan una vez por semana durante tres horas.


“Odio los libros”, material de trabajo
Soledad Córdova es la autora del libro de cuentos denominado “Odio los Libros”, material utilizado por la Casa de la Cultura para trabajar con los niños con problemas en la lectura.
El material llega a los niños y adolescentes porque narra historias de “peques” que detestan los libros porque tienen temas difíciles, compresión complicada, vocabulario complicado, muchas páginas, lectura veloz y resúmenes largos.
Orellana recalcó que algunos niños y adolescentes provienen de establecimientos educativos con el trauma de la lectura rápida de 100 palabras por minuto. La lectura es para comprender los textos, para reconocer los símbolos, interiorizar la temática tratada y expresión. La lectura rápida sólo permite reconocer los símbolos sin entender los contenidos de la historia o temática. En el taller de la Casa de la Cultura los “peques” aprenden a leer entendiendo los textos. “Con niños que tienen problemas de lectura el proceso es mucho más lento, dos páginas por tarde. Y con los que aman los libros se avanza más rápido.

Creación de textos

Los participantes que concluyen el taller no sólo aprenden a leer sino a crear textos propios en los géneros del cuento o novela. La tarea de los niños y jóvenes es explotar la creatividad con escritura limpia y sin muchos adjetivos. “No cabe duda que algunos niños serán los futuros escritores de la ciudad. Y los otros, serán muy buenos periodistas, investigadores e historiadores que manejan la escritura y lectura”, acotó Orellana. (KLP)

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