II Parte
En nada cambiaría si se mencionará que en país pequeño, acogedor y de contradicciones llamado Ecuador habita un personaje llamado X, aquí las facciones no interesan, porque el parecido con Smit es radical.
En Ecuador al igual que en Londres se vive un ambiente contaminado, en donde se desayuna, se almuerza, se merienda y hasta el sueño se desequilibra con pesadillas, en honor a la politiquería y las leyes del Estado Socialista.
En Ecuador se supera una época en que las ciudades están forradas de papeles, carteles y publicidad de todo color. Un aspecto dado por los políticos con propuestas de trabajo muy alejadas a la realidad. Dando como resultado nuevas o recicladas autoridades que gobiernan la ciudad y la provincia.
Smit en cambio soporta todo el tiempo al tedioso Gran Hermano, que abusivamente impone su rostro, sus ideas y el partido en los habitantes. La mayoría ya se ha acostumbrado a los ojos penetrantes del hermano mayor. Es la personificación de un político más, con la única diferencia que aquí no cambian los colores, los discursos y los rostros. Lo inalterable es la forma de explotación y manipulación de estos astutos de la política; tanto en el socialismo como en el capitalismo se reproducen exactamente las mismas estructuras políticas.
Sin duda en el país de la democracia, vivimos en una Patria sin liderazgo, cuyos simulacros nos alimentan con promesas frívolas, que jamás se cumplen, pues ellos no tienen capacidad para responder a las expectativas y necesidades de los electores, del pueblo. Así también el Estado Socialista se levanta en cuatro ministerios:
El Ministerio de la Verdad: dedicado a la distorsión de noticias, expresiones artísticas, dedicadas a imponer sobre la razón, la creatividad, la lógica y la esencia del ser humano al partido.
El Ministerio de la Paz: encargado de los asuntos sangrientos que involucra una guerra calculadora, en la que siempre el estado Socialista triunfa.
El Ministerio terrorífico del Amor: experto en mantener las leyes y el orden, mediante el lavado de cerebros. “Con amor se obliga al individuo a abandonar todo mecanismo de pensamiento.
El Ministerio de la Abundancia: especialista en disfrazar los asuntos económicos. El punto fuerte de este ministerio es distorsionar los números a fin de convertir al partido en eficiente y al pueblo en idiota; porque sabe perfectamente que las raciones de chocolate han disminuido notablemente, y se conforman con las cifras engañosas de la telepantalla.
El personaje y el ambiente impuesto en mi comparación también se desenvuelven en un mundo parecido. El Estado Capitalista también se basa en cuatro ministerios:
Ministerio de Relaciones Exteriores, se encarga de regalar materia prima a precios bajos. Esto no lo hacen por ingenuos sino porque los interese se mueven para reducidos grupos.
Ministerio de Economía, brinda estadísticas alentadoras en las que se demuestra que el país recibe fuertes ingresos de la producción petrolera. Esto solo queda en papeles porque en nada ha cambiado la agonía de gran cantidad de gente que se hunde en la pobreza.
Ministerio de Defensa, no es más que el epicentro de los intereses yanquis, pues estos utilizan el territorio para planear guerras devastadoras.
Ministerio de Educación y Cultura, culpable de la ignorancia del pueblo. Al gobierno no le interesa que las masas se eduquen porque aprenderían a pensar y esto es peligroso.
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